Tras un intervalo sin noticias en el blog, me dispongo a poneros al dia de nuestras correrias en el subcontinente. A comienzos de este mes de agosto recibi la agradable visita del inefable Edu, companyero de fatigas desde mis dias en Barcelona. Venia con ganas de descansar y disfrutar de las delicias locales. Que mejor sitio que Vashisht para recargar las pilas. Nuestros dias se guiaban por la logica aplastante del placer y el buen vivir. Con la incorporacion al grupo del Miguel del Prat de Llobregat, la mafia hispana estaba completa y buscando accion.
Esta no se hizo esperar. De camino a las cascadas nos vimos frente un serio apuro. Una chica inglesa se habia caido por un barranco, desde una altura de unos 12 metros. Los amigos estaban paralizados por el shock, Edu, Miguel y yo decidimos ir a buscar ayuda. Uno de los chicos nepalies del Big Fish, nuestro restaurante y lugar de encuentro favorito en Vashisht, venia de camino. Sin pensarselo dos veces, cruzo el paso desde el que habia caido la chica, jugandosela, y se fue a ayudarla. Una vez abajo nos hizo senyales, dando a entender que se encontraba bien pero que necesitaba ayuda medica. Mientras Miguel y yo buscabamos una ruta alternativa rio arriba para acceder a la zona en cuestion, Edu se fue por el mismo camino que el chico de Nepal. El equipo de rescate tardo 5 horas en llegar. Con la fuerza de unos 20 muchachos del pueblo, arrimando el hombro, conseguimos subir a la chica hasta el camino donde estabamos. Al final todo salio bien, una pierna rota, un corte bastante feo en la frente y contusiones. Casi nada teniendo en cuenta lo escarpado del lugar y la altura de la caida. Esta experiencia nos puso en nuestro sitio y comprendimos que en el Himalaya, es recomendable extremar las precauciones.
Tras esta traumatica experiencia decidimos dedicarnos a los placeres que ofrecia el entorno. Los dias se convirtieron en una fotocopia el uno del otro. Al levantarnos acudiamos al bar de commando (otro nepali) a por el cafe. Despues vuelta p0r el Big Fish, comida, sobremesa, partida de Carom Board, siesta, peli en el local de Joy, cenita, copas y al sobre. Cada dia.
A los diez dias de esta rutina llego Edel desde Delhi, el plan era salir esa misma noche hacia la capital de Ladakh, Leh, la mas remota ciudad de India, solo conectada con el resto del pais por carretera de Junio a Septiembre.
Lamentablemente, cuando acudimos a comer, los nepalis, arropados por el entusiasmo de Miguel y Edu, habian decidido trasegarse 3 botellas de ron Old Monk, de destilacion india, y nos arrastraron en su voragine alcoholica. Los resultados fueron devastadores. El chef acabo en el servicio, con los pantalones por los tobillos, caido en el suelo y bloqueando la puerta con la cabeza, durante 4 horas. Yo tampoco me libre de la quema. Dormido en el chill out, Edel me dejo mi tiempo para recuperarme. A los 8 me fui para casa, un pelin perjudicado. A las 4am nos levantamos para meternos 2 dias de bus por las carreteras mas altas del mundo. Con una resaca de caballo, aquello pintaba mal. Pero sobrevivi.
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