Viajar de Manali a Leh es una experiencia no apta para todos los estomagos. Sobre todo para el mio, todavia metabolizando el ron de garrafon indio. 
Este es el aspecto que tenia la montanya a las 5 horas de viaje aprox.
A priori no parece gran cosa, es un trayecto de casi 500 km, que en cualquier otro sitio llevaria
6-7 horas, pero que tratandose de la carretera mas alta, escarpada y aislada del mundo, se
convierte en toda una aventura.
Nosotros decidimos hacer el viaje en dos dias, haciendo una parada en el campamento de Sarchu a unos 3500m de altura. Salimos a las 6 am y no llegamos al campamento hasta las 8 de la tarde. Lamentablemente no pude disfrutar del increible paisaje ya que estaba demasiado ocupado controlando mis nauseas, cosa que resulto positiva a la larga, ya que en mi estado lamentable, no hizo mella el mal de altura.

La noche no fue tampoco del todo reparadora, con temperaturas bajisimas y el viento colandose en nuestra tienda, ademas de cierta celebracion hindu que tuvo a los devotos de la zona cantando y tocando el tambor toda la noche en un templo cercano.
El segundo dia la cosa mejoro, mi estomago estaba de una pieza y el paisaje empezo a cambiar de aspecto, de altiplano tibetano a una mezcla entre capadocia y el planeta de los simios.
Este es el aspecto que tenia la montanya a las 5 horas de viaje aprox.
A priori no parece gran cosa, es un trayecto de casi 500 km, que en cualquier otro sitio llevaria
6-7 horas, pero que tratandose de la carretera mas alta, escarpada y aislada del mundo, se
convierte en toda una aventura.
Nosotros decidimos hacer el viaje en dos dias, haciendo una parada en el campamento de Sarchu a unos 3500m de altura. Salimos a las 6 am y no llegamos al campamento hasta las 8 de la tarde. Lamentablemente no pude disfrutar del increible paisaje ya que estaba demasiado ocupado controlando mis nauseas, cosa que resulto positiva a la larga, ya que en mi estado lamentable, no hizo mella el mal de altura.
La noche no fue tampoco del todo reparadora, con temperaturas bajisimas y el viento colandose en nuestra tienda, ademas de cierta celebracion hindu que tuvo a los devotos de la zona cantando y tocando el tambor toda la noche en un templo cercano.
El segundo dia la cosa mejoro, mi estomago estaba de una pieza y el paisaje empezo a cambiar de aspecto, de altiplano tibetano a una mezcla entre capadocia y el planeta de los simios.
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